La empresa australiana Emotiv Systems en el 2008 dio a conocer el Emotiv EPOC un neuro-auricular (neuroheadset) que permite a los jugadores controlar con sus pensamientos, emociones y expresiones.
En el siguiente video se puede ver como el jugador puede ir hacia atrás o avanzar sólo con el pensamiento, también se muestran mapas de la actividad cerebral y se ve como activar las distintas señales cerebrales para que el software informático lo pueda reconocer posteriormente en el videojuego y relacionar en la activación la subida y bajada de un cubo con el movimiento de avance y retroceso en la aplicacíón. Como se puede comprobar no es del todo sencillo ya que se necesita un control y una concentración mental importante, y ya que cada persona tiene un funcionamiento cerebral distinto, lo debemos activar para poder empezar a jugar.
Este casco que lee las señales cerebrales para transmitirlas posteriormente a un centro de análisis sería:
En el reino unido se ha lanzado el Sistema Myndplay que permite al espectador controlar momentos cruciales de una película utilizando sólo el poder de las emociones. Este sistema utiliza un dispositivo que el usuario coloca alrededor de su cabeza para leer las ondas del cerebro asociadas a los diferentes estados de ánimo y, de acuerdo a éstas, desarrolla la historia en diferentes direcciones y hacia varios finales alternativos.
De acuerdo a cómo se sienta el espectador la cinta puede tener un final positivo o negativo para el protagonista, feliz o trágico según los niveles de concentración o relajación mental durante momentos coyunturales del relato fílmico.
Los sensores conectados al dispositivo funcionan al estilo de un electroencefalógrafo que mide los patrones de la actividad eléctrica en el cerebro. Las interacciones de miles de millones de neuronas en el cerebro humano generan pequeñas señales eléctricas.
Nuestro estado de ánimo o diferentes tipos de pensamientos crean patrones específicos que pueden ser detectados por los sensores e interpretados mediante un programa que afecta el resultado en la pantalla. Myndplay le permite así al espectador convertirse en el protagonista de la película y decidir quien vive, quien muere, si el malo o el bueno gana, si el chico se queda con la chica, si el mendigo resulta ser un príncipe, si la madre encuentra a su hijo perdido. Según los representantes de Myndplay, la experiencia es una combinación entre ver una película y jugar un juego de video.
El detector de ondas cerebrales que se utiliza en el sistema interactivo fue desarrollado por una empresa en California, Estados Unidos, que lo destinó principalmente a aplicaciones para juegos y programas educacionales. El aparato cuesta unos US$110. Myndplay, por su parte, ha creado varias películas interactivas que se pueden comprar y descargar por internet por un precio que oscila entre US$1,50 y US$4,50. Sin embargo, el emotiv EPOC tiene un precio de USD$299. Con estos precios habría mucha gente dispuesta a controlar con la mente aplicaciones lúdicas.
Por ahora hay dos filmes cortos disponibles para ser vistos por computador: una película de horror, en la que el usuario hace el papel de un exorcista que lidia con espíritus malvados y la otra es una cinta de pistoleros en la que el protagonista tiene que mantener la calma para evitar complicaciones al enfrentar el hampa londinense.
El uso de las BCI en entretenimiento puede tener importantes ventajas economicas y gracias a su auge en este ámbito podría originar un mayor desarrollo para el empleo de los BCI en ayudar a personas que por problemas médicos no pueden realizar actividades que para el resto de las personas son cotidianas.
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